miércoles, 28 de noviembre de 2018

20 . PALABRAS DE LA ÉTICA CON P

Persona: La máscara que usaban los actores en el teatro se llamaba prosopon en griego, y persona en latín. Servía para dar resonancia a la voz y para identificar al personaje que representaba. Todo eso significa “persona”: el que representa un papel y también la interioridad que actúa en nosotros. Es clásica la definición de Boecio: “sustanáa individual de naturaleza raáonal”. 
La dignidad de la persona se ha hecho derivar de su condición inteligente, libre y responsable y en último caso de su condición de criatura divina. Placer: Satisfacción física o anímica producida por muy diversas causas: desde el sabor de un buen vino hasta la práctica del deporte o la conversación con una persona amiga. Se opone a dolor y el binomio placer-dolor constituye uno de los principales resortes de la conducta humana, pues por naturaleza buscamos el placer y rehuimos el dolor. 
La confusión del placer con el bien se llama hedonismo y su control racional se llama templanza. Polis: En la Grecia clásica, comunidad humana constituida en su origen por los miembros de varios linajes, todos libres e iguales. Los extranjeros domiciliados, los sometidos, los esclavos y los libertos no formaban parte de la polis. Cada polis ocupaba un territorio y se autogobernaba siguiendo un régimen monárquico, aristocrático o democrático. Tenían religión propia y culto obligatorio. Política: Del griego polis: ciudad. Arte de gobernar. Actividad de los que gobiernan o aspiran a gobernar.
 La filosofía política estudia las formas de gobierno y las instituciones que las encarnan. Physis: Naturaleza. Nombre dado por los griegos de la época clásica a aquello que existe en la naturaleza y que subsiste por sí mismo, sin intervención humana. 
Praxis. Según el marxismo, se trata de la actividad, consciente, objetiva y real por la que el ser humano se transforma a sí mismo y al resto de la realidad. Presocráticos: Filósofos griegos anteriores a Sócrates y que formaron el primer periodo de la filosofía en Grecia. Personalidad. Conjunto de características, de rasgos que constituyen y diferencian a una persona (también se puede hablar de la personalidad de un pueblo en sentido figurado). Prudencia: Virtud intelectual que permite calcular acertadamente respecto a la mejor elección entre varias alternativas posibles, tomando en cuenta todas las circunstancias, medios o consecuencias posibles. Posmodernidad: Movimiento filosófico y sociocultural contemporáneo que asume una actitud de desencanto y de pérdida de confianza ante las promesas de la razón ilustrada que no fueron cumplidas, como fue la creación de sociedades

19 . PALABRAS DE LA ÉTICA CON R

Relativo: Que no es absoluto. Que está limitado por la relación a una persona o cosa. Relativismo: Se refiere tanto al conocimiento como a la moral. Es la tesis que niega la existencia de verdades absolutas, universales y necesarias: todas las verdades dependen de diversas condiciones y circunstancias que las hacen particulares y cambiantes. Es claro que todo en la realidad es relativo en el sentido de que todo está relacionado, pero la realidad, siendo relativa, es objetiva al mismo tiempo; en cambio, el relativismo niega la posibilidad de establecer verdades objetivas. Relativismo moral: Afirma que no hay nada de lo que podamos decir que sea bueno o malo absolutamente. De ser cierto, todas las acciones podrían ser buenas y también podrían ser buenas y malas a la vez. Todas las leyes podrían estar equivocadas y debería imponerse el “todo vale”. Religión: Da respuesta, desde la fe, a las principales preguntas de la Filosofía. Viene de religare, que significa unión o enlace, implicando tanto las obligaciones de culto como la relación del hombre con Dios. Subjetivamente, la religión es la adhesión intelectual a las doctrinas religiosas y la aceptación voluntaria de sus normas. Esta es la razón de que la religión se entienda como verdad y como vida. La actitud propia de la persona religiosa se resume en el reconocimiento de la soberanía infinita de Dios y la manifestación cultual de ese reconocimiento. Responsabilidad: Del verbo latino respondere: responder. Es la obligación y la capacidad de asumir las consecuencias de los propios actos libres, de responder por ellos. ¿Responder ante quién? La respuesta clásica dice: ante los demás, ante la sociedad y ante Dios, en la medida en que nuestros actos les afecten. La responsabilidad es inseparable de la libertad: si ésta es la capacidad de elegir, aquélla es la aptitud para dar cuenta de esas elecciones. Razonamiento moral: Capacidad o habilidad para distinguir lo que está bien y lo que está mal a partir de los propios juicios. Racionalidad: Forma de proceder, por medio de la cual, se utilizan las funciones lógicas del entendimiento, a fin de crear las mejores y más viables razones que justifiquen la verdad, o por lo menos, la probabilidad de las creencias. Renacimiento. Período histórico, intelectual y cultural que tiene antecedentes en Europa desde los siglos XIV y XV y domina todo el XVI y con repercusiones en el XVII. Se caracteriza por su retorno a la cultura grecolatina; preponderancia en los valores humanos y en los de la naturaleza.

18 . EL MUNDO DE LOS VALORES

2.1. Concepto de valor(es)

La palabra valor, para diferentes autores y en distintas épocas, adquiere una pluralidad de significados. Sin embargo, en la actualidad nos es dado hablar de la existencia de distintos valores: útiles, científicos, estéticos, morales, religiosos, etc. Así, decimos que son valiosos:

La disciplina filosófica que se encarga del estudio de los valores es la Axiología. Etimológicamente, la palabra deriva de griego axios — valor y logos — tratado. La axiología es, pues, la teoría de los valores, es decir, la disciplina filosófica que aborda esta área de estudio que ensaya sus primeros pasos en la segunda mitad del siglo XIX.
 No obstante, ello no significa que anteriormente no se haya reflexionado en torno a los valores. Los filósofos de la Grecia clásica, Platón y Aristóteles, por ejemplo, no hablaron nunca de valores, aunque se ocuparon del estudio de la belleza, la justicia, el bien, la democracia, entre otros valores que en la actualidad seguimos considerando como tales.
Sin embargo, dichos estudios no lograron constituirse en un campo de indagación filosófica que tomara a los valores como un objeto de estudio por derecho propio, ya que cada valor era estudiado de forma aislada, por ejemplo, la justicia interesaba por sí misma y no como representante de una especie más amplia, lo mismo se puede decir de los demás valores particulares.
No es sino hasta el siglo XIX, cuando los valores comienzan a ser tomados en cuenta como un campo de estudio autónomo, es decir, como objeto de reflexión propio. Con el origen de la axiología:
El estudio de valores aislados adquiere nueva significación al advertirse el hilo sutil que los une y la proyección de luz sobre cada uno de estos sectores que arroja toda investigación de conjunto sobre la naturaleza propia del valor. De ahí que en los últimos años se haya dado un gran paso adelante al afinarse la capacidad de examen del valor en tanto valor

17 . EL CAMPO DE LA ÉTICA Y LA MORAL

1 . 1 C o n c e p t o s d e É t i c a y M o r a l

Etica y Moral son dos términos que comúnmente se tienden a confundir, cuando en realidad se trata de conceptos distintos. Sin embargo, no es casual que en el lenguaje que utilizamos en la vida cotidiana los usemos como sinónimos, lo que está sobradamente justificado, debido a que la etimología de ambos términos es similar. En sus respectivos orígenes griego, ética—ethos (carácter, costumbres) y latino, moral=mtr, (costumbres), ambos significan ciencia del carácter o de las costumbres.

 No obstante, en el campo de estudio de la ética, entendida como disciplina filosófica (en la que desde ahora nos vamos a introducir), se hace necesario trascender el lenguaje cotidiano cuando nos referimos a dicha distinción. A continuación, revisaremos algunas de las definiciones más importantes que filósofos contemporáneos connotados han abonado a este campo de reflexión.
Para Adolfo Sánchez Vázquez: “La ética es la teoría o ciencia del comportamiento moral de los hombres en sociedad”1 y la Moral es el “Conjunto de normas aceptadas de manera libre y consciente que regulan la conducta individual y social de los hombres
Según esta diferenciación, la Etica viene siendo la ciencia de la moral y esta última su objeto de estudio. La Etica es, pues, la reflexión teórica y filosófica que llevamos a cabo en torno a las normas y comportamientos morales que como individuos desarrollamos dentro de la sociedad. Se trata, entonces, de la distinción entre una ciencia, un saber y/o una teoría (la ética) y su objeto de estudio (la moral).
En esta misma línea de argumentación, la filósofa Graciela Hierro establece una distinción entre estos dos conceptos. Para ella, la ética es el estudio de la moralidad y la moral vienen siendo todas las formas de comportamiento y normas de conducta que son instituidas como legítimas por la sociedad, con el propósito de que sean cumplidas.

16. EL AMOR PROPIO EN LA ÉTICA CONTEMPORÁNEA

6 . 1 . L a t r a n s ic ió n d e l a m o r a l . L a m o r a l d e l d e b e r p o r LA MORAL DEL BIENESTAR INDIVIDUAL (DEL AMOR) 

Para Lipovetsky la ética de los tiempos democráticos que corren es más bien “indolora”, es decir, alérgica a los deberes, a las obligaciones y a los sacrificios personales; se trata de un tipo de ética que sólo se pone en marcha gracias a la espontánea voluntad de los sujetos. Bajo este nuevo horizonte, el querer hacer las cosas, no el deber de hacerlas, es la razón más contundente para realizar cualquier empresa.

De este modo, la voluntad de hacer las cosas ha pasado al primer plano de una ética basada en el bienestar individual. Ya no se trata de la búsqueda del Bien, como una de las grandes virtudes morales, como en antaño se propoma en los discursos filosóficos y en los comportamientos basados en una ética del deber, sino de la búsqueda, a como dé lugar, del bienestar individual.

Bajo esta lógica, se trata de reclamar los derechos individuales (“subjetivos”), pero sin que éstos impliquen deberes. Este sería propiamente el sentido del paso de la moral tradicional del deber, a la ética del bienestar individual.
Tras una fase de disolución del orden heterónomo y sacrificial al que tendía la moral del deber, se da paso a un nuevo orden de valores que tiene como eje central el ideal del respeto a los “derechos subjetivos” de los individuos. Se trata de una ética del interés personal, donde habría menos “heroísmo ético”, y, en cambio, más “egoísmo inteligente”, a favor claro está, del bienestar individual.

 6.2. El n u e v o o r d e n a m o r o s o
Los problemas sociales y morales del siglo XX y principios del XXI, están llevando a la humanidad por el sendero de una crisis colectiva. La velocidad que asiste al desarrollo industrial está dejando tras de sí un interés por aquellos principios éticos universales; de una moral del deber estamos pasando a una ética del querer, en donde la ética del amor propio ya no es concebida como una condición del amor a los demás.
En las sociedades actuales este tipo de mutaciones están dando forma a lo que Lipovetsky ha dado por nombre un “nuevo orden amoroso”, donde lo que cuenta no es una clase de amor supeditado al deber y a los imperativos categóricos que regulaban este tipo de sentimientos en las sociedades tradicionales, sino el bienestar individual, en el que se hace prevalecer la felicidad light presentista, por encima de la realización de las virtudes y deberes, y donde el Bien, como ideal ético de la modernidad, ha dado paso al bienestar individual en las sociedades postmoralistas.


15. DEL ENAMORAMIENTO AL AMOR

El enamoramiento es una manifestación del amor pero no se confunde con él. Se trata de un proceso afectivo-sentimental, originalmente entre un hombre y una mujer que surge como un destello que parece indicar que esa persona es alguien trascendental en nuestra vida. Pero ello no es todavía el amor, sino una de sus apariciones nacientes.
El proceso de enamoramiento presenta varias características. Una de ellas es que es algo que sucede, es decir, tiene que ver más con el corazón que con la voluntad.
Enamorarse, en este sentido, “no es una decisión ni una elección, sino un proceso, algo que acontece, a veces incluso en contra de la propia voluntad.
No decimos: “me voy a enamorar de él o de ella”, sino que el enamoramiento surge como una cuestión del corazón más que de la voluntad o de la inteligencia; aunque no significa que estos elementos no tengan un papel en este proceso, pero es siempre secundario.
la persona del hombre o de la mujer, no sólo por el aspecto sexual, sino en su globalidad, es decir, por su personalidad, risa, inteligencia, ternura, carácter, mirada, sonrisa, etc. El hombre se enamora por los rasgos propios de la feminidad de la mujer, y ésta de la persona del hombre en su masculinidad.
Una tercera característica, indica que el enamoramiento no se reduce a mera atracción. Implica que, poco a poco, la persona del otro comienza a resultar esencial en mí vida. Gradualmente el sujeto amoroso empieza a darse cuenta que deja de ser uno, par ser con el otro u otra.
 De esta forma: Comienza a surgir un nuevo núcleo de vida que antes no existía... Un mundo por el momento exclusivamente privado al que sólo tienen acceso los enamorados pero que va creciendo de forma absorbente y expansiva.
El amor adquiere así su carácter central, decisivo y arrebatador; su fuerza terrible y hermosa, casi divina, que modela la realidad y decide el destino de los hombres porque, a partir de ese momento, la vida sólo tiene sentido en presencia y junto a la persona amada.

14. EL RESPETO COMO FUNDAMENTO ÉTICO DEL AMOR A LOS DEMÁS

La ética del amor propio, presupone en todo momento no sólo la relación persona-persona, sino también la relación hombre-cosa, hombre-mundo y hombre-vida en general. Se trata, en este caso, de un amplio espectro de vínculos humanizadores que el hombre es capaz de construir y, gracias a los cuales, da lugar a su segunda naturaleza, ya que todo lo que el hombre toca, entra en el reino de la cultura, su cultura.
Los modos de apropiación que el hombre pone en juego en estas múltiples relaciones pueden ser de distinto tipo: cognitivo científicofilosófico, mítico-religioso basado en creencias en seres sobrenaturales y práctico-utilitario intereses instrumentales.
  Un cuarto modo de apropiación no contemplado de manera explícita en los tres anteriores, resulta ser el modo de apropiación ético. Este último remite a los fines y valores que orientan la acción del hombre en sus relaciones con las cosas materiales, la naturaleza, la humanidad y la vida en general.
Como ejemplo de ello, podemos decir que resulta más ético no destruir una piedra que destruirla cuando es innecesario; no arrojar desechos tóxicos al mar que arrojarlos, no asesinar especies marinas en peligro de extinción que su exterminio, no cometer crímenes contra la humanidad que cometerlos, o finalmente, no atentar contra la vida que ponerla en peligro.

4 . 1 . R e s p e t o a l a v i d a


La lucha por la vida es una de las constantes de los seres vivos. Hasta el punto de que, durante siglos, se consideró el derecho a la vida como el primer artículo de una ley natural. Ningún ser vivo quiere la muerte. Esta es siempre algo que acaece, que sobreviene, no algo que los que están vivos busquen o quieran por sí mismos.

Todos los seres concretos históricos, espaciotemporales (sean estrellas o peces, nubes o montañas) están limitados en el espacio y el tiempo. Se dice que sólo Dios es eterno e infinito, puesto que está en todo lugar y tiempo. Pero en el mundo real todo empieza y todo acaba.

 4 . 2 . R e s p e t o a l a n a t u r a l e z a


Tenemos razones suficientes para pensar que los problemas de la naturaleza son los problemas del hombre por excelencia: necesariamente hacen referencia a su permanencia o destrucción definitiva.

Ante esto, se deben ofrecer razones al individuo para que se convenza de que respecto a la naturaleza no podrá actuar más sin limitación alguna. El ser humano necesita de autocontrol. Kant pedía a la razón metafísica no se excediera en su uso, nosotros podemos exigir al hombre de hoy no abuse de su condición antropocentrista.
Si sucumbe la naturaleza, caen con ella los grandes paradigmas del hombre. Por ejemplo, la ciencia, al versar sobre la naturaleza y la sociedad, produce un conocimiento menos sustantivo en la medida en que aquello que constituye su objeto se encuentra cada vez más devaluado; tal es el caso de las relaciones individuo-naturaleza.

 4 . 3 . R e s p e t o a l a h u m a n i d a d


La humanidad es tanto origen como destino común de los seres humanos en el planeta tierra. Con este proceso, que es la historia incesante de la humanidad, nos referimos al hombre humanizado, pero también al no-humanizado, es decir, al que se aparta del destino común tendiente al perfeccionamiento del género humano.

Se ha dicho una y otra vez, que el hombre posee dos naturalezas: la primera referida a los condicionamientos biológicos que comparte con la especie animal, la segunda está relacionada con la cultura. Pero, habría a esto que agregar una tercera naturaleza, y ésta es precisamente la humanidad, es decir, lo que genera la propia cultura; lo que el hombre ha sido, es y seguirá siendo mientras siga vivo en el planeta tierra.