Se dice que el hombre a lo largo de la historia ha luchado denodadamente
por su libertad.
Para comenzar con esta
reflexión, podemos decir que la libertad se ha venido
entendiendo en dos sentidos.
La libertad, concebida en el primer sentido está
fundada en la experiencia cotidiana de poder decidir
entre hacer algo o dejar de hacerlo.
En el segundo sentido, la libertad concebida como
revocación de toda forma de dominación, significa que
se es libre cuando no se tiene encima de sí alguien que le
oprima, le explote, le domine de alguna manera.
Como
ejemplo de este tipo de libertad tenemos las siguientes
expresiones: “Soy libre para tomar mis propias decisiones
con un sentido de responsabilidad”, “soy libre
para determinar mi propio proyecto de vida”, “soy,
finalmente yo mismo, la fuente de mis propias decisiones”, etcétera.
Estamos hablando de dos sentidos generales que toma el concepto
de libertad: libertad en sentido positivo; libertad de hacer lo que se quiere,
lo que se desea, aquello de lo que se tiene voluntad, o hacer también lo
necesario para revocar cualquier forma de dominación que nos impida
actuar libremente.
1 0 . 2 . C o n c e p t o s y r e a l id a d e s r e l a c io n a d o s
CON EL EJERCICIO DE LA LIBERTAD
10.2.1. Los determ inism os biológicos y culturales
Se puede decir que, a pesar de los determinismos biológicos crecimiento
biológico y culturales educación, lenguaje, cultura, etc. que influyen
sobre nuestras vidas, “estamos condenados a ser libres”. Siempre existirá
un margen de actuación para la voluntad de la acción. En este sentido,
la libertad se convierte en el concepto central de la ética, pues gracias a
que somos libres y, por tanto, a que tenemos capacidad de autodeterminación,
nos vamos constituyendo en sujetos cada vez más autónomos y
racionales, en una palabra, más humanos. La ética misma consiste, pues,
en este proceso de subjetivación y de autoapropiación de nuestras propio
y personal proyecto de vida.
10.2.2. La libertad como ejercicio de elección
A diferencia de otros seres vivos o inanimados, los hombres podemos
inventar y elegir en parte nuestra forma de vida, cosa que no sucede
con los animales. Sin embargo, así como somos capaces de inventar y
elegir, podemos también equivocarnos. Para no equivocarnos debemos
procurar un cierto saber vivir que nos permita acertar. A ese saber vivir,
o arte de vivir, es a lo que llamamos ética. No obstante, lo que vaya a ser
nuestra vida, dependerá en gran parte de nuestra libertad, es decir, de
nuestra capacidad para inventar, elegir y discutir por nosotros mismos
nuestro propio proyecto de vida..
10.2.3. Libertad y Voluntad
Según lo anterior, en el proceso de constitución de nuestra libertad,
hay cosas que dependen de nuestra voluntad y otras no. Solamente en
el primero caso se puede decir que somos libres. Somos libres cuando
nuestras decisiones están sustentadas en las cosas que dependen de
nuestra voluntad y no la de otros. En el mundo, no todo depende de mi
voluntad porque hay otras voluntades y otras muchas necesidades que
no podemos controlar a nuestro placer.
10.2.4. Libertad, destino y destinación
La libertad, como hemos venido señalando, es la posibilidad y al mismo
tiempo la capacidad que tenemos los humanos de inventar, decidir y
elegir entre lo posible por nosotros mismos. Se trata de una
elección no aparente sino real, en donde de manera racional
y crítica nos hacemos responsables de nuestros propios actos.
El hombre, cuanto más libre, se constituye en un sujeto
más moral. Pues éste, no es nunca algo acabado, sino un proyecto
de ser. A través de la libertad, se acendra y se amplifica
en su ser; se proyecta como ser autoconsciente, se apropia y
diseña no su propio destino, sino su propia destinación.
10.2.5. Libertad, costumbres, hábitos y caprichos
La libertad no es algo que pueda ser asociado con las costumbres, los
hábitos y los caprichos. Libertad consiste en querer ser uno mismo; es
aquello que depende de nosotros mismos, no de lo que depende de las
costumbres adoptadas en la época en la que nos toca vivir, ni en los
hábitos y los caprichos propios o de los demás.
Dos más dos son cuatro”, tal expresión no depende de nosotros,
pero sí podemos elegir entre situaciones de nuestra vida que no están
predeterminadas y que caen dentro del campo de aquello que sí depende
de nosotros.
10.2.6. Significados actuales de la responsabilidad
Finalmente, la libertad es algo que dependerá en todo momento de que
cada cual “haga lo que quiera”, de ahí la sentencia ética de Savater: ¡ha%
lo que quieras!, sí, haz lo que quieras, pero siendo consciente de que estás
decidiendo y que tendrás que responsabilizarte de las consecuencias de
tus acciones. En ello consiste el carácter autodeterminante de la libertad,
es decir, ser conscientes de que estamos decidiendo no de forma
aparente, sino real y responsablemente.
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